La provincia de Río Negro, Argentina, obtuvo la autorización para iniciar el proceso de exportación de gas natural licuado (GNL) mediante el uso de buques licuefactores flotantes, una tecnología que permite licuar el gas directamente en el mar y transportarlo a mercados internacionales. La medida se enmarca en la estrategia regional de monetizar las reservas de gas y diversificar la matriz energética local.
Según lo destacado por Diego Hernán Martínez en un comentario en LinkedIn, este aval abre la puerta a la utilización de unidades flotantes de licuefacción (FLNG), que pueden operar cerca de los yacimientos y reducir los costos asociados a infraestructura en tierra. La cadena de valor incluye exploración, licuación a bordo, almacenamiento temporal y exportación mediante buques LNG, lo que convierte a la provincia en un actor emergente dentro del mercado internacional del gas.
El desarrollo del proyecto requiere marcos regulatorios claros, permisos ambientales y acuerdos con empresas energéticas para garantizar la seguridad y el cumplimiento normativo. También implica la adecuación de puertos, terminales de exportación y rutas de navegación para recibir y operar buques criogénicos de gran porte.
Entre los principales desafíos figuran la necesidad de inversiones de capital en un contexto de precios fluctuantes del gas y del LNG, la gestión de riesgos ambientales en operaciones offshore y las barreras regulatorias para la exportación a diferentes mercados.
De concretarse, la iniciativa podría consolidar a Río Negro como un hub regional de exportación de GNL, con impacto positivo en la economía local a través de la creación de empleo en sectores como tecnología, logística, construcción naval, ingeniería y servicios offshore. Al mismo tiempo, su viabilidad estará condicionada por la evolución de los precios internacionales del LNG y los acuerdos comerciales que logre el país.