China anunció que dejará de invocar su estatus de país en desarrollo en futuros acuerdos de la Organización Mundial del Comercio (OMC), una decisión que marca un cambio relevante en la dinámica del comercio internacional. El primer ministro Li Qiang oficializó el anuncio en un foro sobre desarrollo en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de la ONU.
La medida fue calificada por la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, como un “momento decisivo” y “una gran noticia clave para la reforma de la OMC”. En un mensaje difundido en X, agradeció a las autoridades chinas y destacó que se trata de la culminación de muchos años de trabajo. Desde Bruselas, el portavoz de la Comisión Europea, Olof Gill, celebró la decisión aunque subrayó que la Unión Europea considera necesario que China también renuncie a las ventajas vigentes en los acuerdos ya existentes.
Actualmente, los países en desarrollo de la OMC acceden a flexibilidades especiales, como un límite de 8,5% de subsidios agrícolas frente al 5% permitido a los países desarrollados. El anuncio no altera estos beneficios, que seguirán aplicándose a China en los acuerdos vigentes. El compromiso solo tendrá efecto en los nuevos tratados que se negocien. En el pasado, China ya había aceptado limitar su acceso a tales flexibilidades, como en la exención de los ADPIC para las vacunas contra el COVID.
La decisión responde a críticas de largo aliento, en especial de Estados Unidos, que cuestionaba que la segunda economía mundial siguiera reclamando condiciones propias de países en desarrollo. Sin embargo, Pekín insiste en que sigue siendo parte del mundo en desarrollo, pese a su papel creciente como fuente de financiamiento e infraestructura para otros países a través de empresas estatales.
Expertos destacan que, aunque se trata de un paso relevante, es poco probable que resuelva los bloqueos en torno al trato especial y diferenciado que divide a los miembros de la OMC. En las negociaciones recientes, como las de un nuevo acuerdo pesquero, el foco de las diferencias ha estado más en las posiciones de India que en las de China.
La decisión china se produce en un contexto en el que la OMC enfrenta cuestionamientos sobre su eficacia. Desde 2019, el organismo carece de jueces suficientes en su Órgano de Apelación, lo que ha paralizado la resolución de disputas y alimentado los llamados a una reforma profunda de su funcionamiento.