La Confederación de Cámaras Empresariales (CCE) de Uruguay celebró su asamblea ordinaria, instancia en la que se abordaron diversos temas vinculados al contexto económico nacional e internacional. Entre los asuntos destacados, se analizó la dinámica arancelaria de Estados Unidos y su impacto en la relación comercial con Uruguay.
En el plano local, la directiva de la CCE compartió detalles del reciente encuentro mantenido con representantes del PIT-CNT, como parte del diálogo social entre el empresariado y el movimiento sindical.
Tras la asamblea, el presidente de la CCE, Diego O’Neill, ofreció declaraciones a la prensa, en las que respondió a cuestionamientos surgidos tras el acto del 1º de mayo y se refirió a los debates actuales sobre jubilaciones, impuestos y la jornada laboral.
Sobre el tema previsional, O’Neill fue claro: “Es un tema laudado a partir del resultado del plebiscito convocado por el PIT-CNT, sobre el cual ya se ha expedido la población, y la voluntad del pueblo debe obedecerse”. Y agregó: “Nos parece que lo que el PIT-CNT planteó en la papeleta y perdió en la cancha, no tiene sentido volver a perderlo en la liga”.
Consultado por la propuesta sindical de crear un impuesto a las ganancias empresariales, el presidente de la CCE la consideró inadecuada. “La carga impositiva es muy alta para nosotros, lo dijo el propio presidente Orsi. Creemos que la solución no va por ahí. Lo que tiene que pasar es reducir el gasto público del Estado, que está en niveles muy elevados, y hacer un uso más eficiente de los recursos”, sostuvo.
En relación con la reducción de la jornada laboral, O’Neill señaló que, aunque algunos sectores podrían evaluarlo, “no es un tema para tratar hoy en Uruguay”. Según expresó, el país debe enfocarse en “aumentar el crecimiento, la productividad, la inversión y su capital humano”, y por tanto, “nos parece que es un planteo que no es oportuno ni conveniente”.
La asamblea reafirmó la posición de la CCE sobre los desafíos económicos del país y su disposición al diálogo, aunque con líneas claras respecto a las prioridades del sector privado.