En un contexto de creciente competencia global y reconfiguración de las cadenas de suministro, China ha intensificado su apuesta por el transporte aéreo como pilar estratégico para consolidar su posición en el comercio mundial. En los primeros meses de 2025, el gigante asiático ha incorporado 75 nuevas rutas aéreas internacionales, enfocándose especialmente en reforzar su presencia en Asia y Europa.
Este movimiento responde a un plan más amplio para facilitar el flujo de personas y mercancías, promoviendo una mayor conectividad que respalde tanto al turismo como al comercio exterior. En el sector de carga, destacan las nuevas rutas que fortalecen los lazos con mercados clave de la región.
Una de las novedades más relevantes es la inauguración de la ruta de carga entre Ezhou, en la provincia de Hubei, y Bangalore (India), con una capacidad anual de transporte superior a las 5.000 toneladas. Asimismo, se ha establecido una conexión directa entre Shenzhen y Ho Chi Minh City (Vietnam), con cinco vuelos semanales y una capacidad total de 280 toneladas por semana. Estas nuevas rutas permiten optimizar los tiempos de entrega y reducir costos logísticos, beneficiando a múltiples industrias.
La expansión también abarca importantes destinos asiáticos como Seúl, Tokio, Bangkok, Tashkent y Urgench, consolidando a China como un eje de conexión regional cada vez más robusto.
En Europa, el crecimiento es igualmente notable. La aerolínea Cathay Pacific, una de las más importantes del país, ha ampliado su red de rutas con nuevos vuelos directos a Múnich y Bruselas, y ha incrementado la frecuencia de vuelos hacia España, reflejando el creciente interés por el mercado europeo.
Particularmente, Madrid se ha transformado en un hub estratégico para las operaciones aéreas chinas. Varias aerolíneas han apostado por fortalecer su presencia en la capital española: Sichuan Airlines ha lanzado una ruta directa entre Chengdu y Madrid con cuatro frecuencias semanales; Hainan Airlines ha inaugurado un vuelo directo entre Madrid y Shenzhen con dos frecuencias por semana; y Capital Airlines ha incrementado sus operaciones en la ruta Hangzhou-Madrid.
Actualmente, el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez ofrece vuelos directos a ocho destinos chinos, con un total de 30 frecuencias semanales operadas por diferentes aerolíneas. Estas conexiones incluyen ciudades como Pekín, Shanghái, Wenzhou y Hong Kong, además de las ya mencionadas.
De manera significativa, se ha establecido una innovadora ruta aérea que conecta Shanghái, Madrid y Lima (Perú), fruto de la colaboración entre China Eastern Airlines y Air Europa. Esta conexión facilita el tránsito de pasajeros y mercancías entre Asia, Europa y Sudamérica, ampliando el alcance de la red aérea china y reforzando la interconexión global.
Barcelona también participa en esta dinámica. Con Air China, la ciudad ha recuperado la ruta directa a Shanghái, que se suma a las conexiones ya existentes con Pekín, Hong Kong y Shenzhen, consolidando su papel como otro punto relevante de enlace con Asia.
Con todas estas acciones, China no solo refuerza su papel como potencia comercial, sino que se convierte en un hub clave para la conectividad aérea global, facilitando la interacción fluida entre distintas regiones del mundo y reconfigurando las rutas del comercio y la logística internacional.