El transporte marítimo global se encuentra en pleno proceso de reajuste frente a las tarifas portuarias adicionales que Estados Unidos aplicará a partir de octubre al tonelaje vinculado a China.
Según Splash247, esta situación ya se refleja en las decisiones de fletamento de buques tanque transatlánticos y graneleros secos, mientras que el tonelaje construido en China comienza a trasladarse hacia otras rutas y regiones. En el sector de contenedores, las principales navieras están modificando su despliegue para evitar el impacto de las sanciones que entrarán en vigor este otoño.
La consultora asiática Linerlytica informó que la Premier Alliance —integrada por HMM, ONE y Yang Ming— dividirá su ruta Mediterráneo Pacífico Sur 2 (MS2) en dos servicios: el Asia-Mediterráneo 2 (MD2) y el Oriente Medio-Golfo-EE. UU. Golfo Pacífico Sur 2 (GS2). Con este cambio, ONE retirará de Estados Unidos 10 buques construidos en China actualmente asignados a la ruta MS2.
Por su parte, Orient Overseas (International) Ltd (OOIL), matriz de OOCL, reconoció que la probable introducción de tarifas portuarias adicionales en octubre podría tener un “impacto relativamente grande” en su operación. Tanto OOCL como su empresa matriz COSCO, parte de Ocean Alliance, ya han ajustado sus servicios para desviar tráfico hacia México, evitando puertos estadounidenses.
Otras compañías como Maersk también han anunciado públicamente que excluirán de sus operaciones en Estados Unidos los barcos construidos en China, anticipando que más competidores seguirán la misma estrategia.
De acuerdo con lo establecido por el Representante Comercial de Estados Unidos, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) será la encargada de aplicar el nuevo régimen de tarifas a partir del 14 de octubre de 2025. Las reglas contemplan cobros tanto a buques de propiedad u operación china como a aquellos construidos en China, con montos que irán aumentando de manera escalonada hasta 2028.
Las tarifas se aplicarán por rotación, con un límite de cinco al año por buque, y contemplan excepciones para el cabotaje, viajes en lastre, naves de propiedad estadounidense o de menor tamaño. El pago se gestionará a través de un nuevo portal en Pay.gov, mientras que el incumplimiento conllevará la prohibición de operar en puertos estadounidenses.
El esquema tarifario, más flexible que la propuesta inicial de abril, responde a las críticas de la industria, que había alertado sobre el riesgo de un fuerte impacto en el comercio. No obstante, el debate sigue abierto: mientras los defensores sostienen que la medida reducirá la dependencia de la construcción naval china y fortalecerá la seguridad marítima de EE. UU., los críticos advierten que podría elevar precios al consumidor y afectar a los puertos de menor escala.