El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó este lunes un decreto que introduce nuevas restricciones para el ingreso de embarcaciones extranjeras en territorio ruso. A partir de ahora, los buques de bandera extranjera no podrán atracar en puertos del país sin contar previamente con la autorización del Servicio Federal de Seguridad (FSB).
La medida, que entró en vigor de forma inmediata tras su firma, establece también la creación de un grupo especial dentro del FSB. Este equipo tendrá la responsabilidad de analizar y aprobar las solicitudes de atraque presentadas por los capitanes de los puertos marítimos. Con ello, se busca centralizar y reforzar el control sobre el acceso de embarcaciones foráneas al territorio ruso, en un contexto de crecientes tensiones internacionales.
Hasta el momento, el procedimiento para permitir el atraque de buques extranjeros estaba a cargo del Ministerio de Transporte. Solo se requería una autorización especial del FSB cuando el puerto compartía ubicación con instalaciones militares, como bases navales.
El nuevo decreto modifica este esquema, ampliando el alcance del control del FSB a todos los puertos del país, independientemente de su ubicación estratégica.