Jorge Gandini: “Tenemos lo que no tiene Argentina, y debemos aprovecharlo”
El director vocal de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Jorge Gandini, delineó una visión clara sobre el rumbo que, a su entender, debe tomar el sistema portuario uruguayo en una etapa que define como de “orden, estabilidad y señales firmes hacia los actores internacionales”.
En diálogo con ComexLatam, Gandini sostuvo que el primer paso de esta gestión debe ser “ordenar la casa”, una consigna que resume la necesidad de transmitir previsibilidad a toda la comunidad portuaria, nacional y extranjera.
“El puerto compite con otros puertos, y las navieras tienen cada vez mayor incidencia en las decisiones de dónde operar. Si queremos ser confiables, debemos ofrecer estabilidad y continuidad”, afirmó.
Competencia creciente y señales de confianza
Gandini no duda en reconocer que el puerto de Montevideo enfrenta hoy una competencia regional cada vez más exigente. “Tenemos menos volumen de contenedores, bastante menos. La caída del tráfico paraguayo tuvo impacto, pero también incidieron las distorsiones en la operativa, tanto en la terminal de contenedores como en los muelles públicos, donde hubo paros perlados, asambleas y detenciones frecuentes”, explicó.
Pese a ello, la ANP logró mantener ingresos estables gracias al crecimiento de otros segmentos, como los graneles sólidos, con buen desempeño en Nueva Palmira y Montevideo, e incluso con la incorporación de cargas nuevas, como el mineral de hierro.
“Si bien han caído los volúmenes, no han caído los ingresos”, aclaró.
El desafío, subraya Gandini, es recuperar la regularidad y previsibilidad. “Las líneas marítimas necesitan certidumbre. Estuvimos a punto de perder cosas importantes con el paro en TCP. Competimos con Río Grande, que hoy tiene 15 metros de profundidad, eficiencia y precios. Montevideo debe consolidarse como el último puerto de aguas profundas del Atlántico: ese es un valor que hay que potenciar”.
El dragado a 14 metros: decisión estratégica para 2026
El tema del dragado ocupa el centro de la mirada estratégica del director. “Creo que la definición del dragado —de los canales y de todos los muelles que puedan alcanzar los 14 metros— es el punto más relevante de la planificación portuaria del país. El anuncio de esa obra, con fechas y plazos concretos, mueve la aguja en toda la comunidad e impulsa nuevas inversiones en torno al puerto”, sostuvo.
Para Gandini, 2026 debe ser el año de la decisión: “Hay que resolver el cuándo y el cómo. Es una obra que lleva tiempo y debe incluir su mantenimiento. Por eso debe estar en manos del sector privado, mediante un modelo de gestión eficiente y sostenible. Ese es el gran factor estratégico del país”.
El proyecto de dragado a 14 metros está incluido en el Plan Estratégico de la ANP, aprobado por unanimidad. Allí se contempla no solo el aumento de profundidad, sino también la ampliación de la solera en tramos del canal de acceso para mejorar la maniobrabilidad de buques de gran porte.
Financiamiento y modelo de ejecución
Gandini admite que el puerto no cuenta con recursos propios para afrontar esta inversión. “La ANP ha debido encarar otras obras que no le correspondían directamente, como el viaducto, que implicó 140 millones de dólares entre gastos y endeudamiento. Eso limita su capacidad de asumir un dragado con fondos propios”, explicó.
No obstante, plantea alternativas. “Debe explorarse algún modo de financiamiento amortizable que no dependa exclusivamente de recursos de la ANP. Yo retomaría la modalidad CREMAF (Construcción, Rehabilitación, Mantenimiento y Financiamiento), que el gobierno anterior comenzó a aplicar. El canal de acceso es como una carretera bajo el agua: tiene 61 kilómetros de longitud y un ancho de 140 a 180 metros. Debe mantenerse a 14 metros, y esa disponibilidad se puede pagar mediante cuotas anuales contra cumplimiento. La empresa que haga la obra debe traer el equipamiento, mantenerlo y financiarlo, cobrando durante 10 a 14 años”, detalló.
Para el jerarca, un esquema de este tipo permitiría garantizar eficiencia técnica y sostenibilidad financiera, además de atraer competencia internacional de empresas con experiencia comprobada en dragado de gran escala.
Integración logística y visión regional
Más allá del dragado, Gandini destaca la importancia del desarrollo ferroviario y del puerto seco de Rivera, que considera piezas claves de un sistema logístico integrado.
“Es fundamental captar carga del sur brasileño y trasladarla al puerto de Montevideo con rapidez. Rivera puede transformarse en un nodo logístico para el comercio del sur del Brasil e incluso de Paraguay. Utilizar la carga de la región como puerta de salida no solo genera recursos, sino también empleo, movimiento y escala para abaratar los costos del comercio exterior uruguayo”, afirmó.
A su juicio, Uruguay debe aprovechar su posición y su ventaja natural de profundidad, algo que “no tiene Argentina”. “Tenemos que jugar con esa oportunidad histórica que nos dio la naturaleza: ofrecer condiciones de competitividad real para las cargas uruguayas y regionales”, sostuvo.
Gestión interna y el papel del Departamento de Dragado
Consultado sobre los recientes cambios en el Departamento de Dragado de la ANP, Gandini fue crítico: “No acompañé esa decisión. Se había establecido un plazo de 120 días para hacer un diagnóstico y, cuando se cumplía apenas un mes, se cambiaron todas las gerencias. No hubo evaluaciones negativas ni razones de gestión que justificaran el cambio. Me pareció que no correspondía”.
Sobre la productividad del área, fue tajante: “Da la impresión de que tiene muy baja productividad. El 80% de todas las compras que hace la ANP en el país —desde insumos hasta combustibles— se destinan a Dragado, y sin embargo es el único sector que no alcanzó la retribución variable por productividad”.
Gandini considera que debe existir un componente público en el dragado, pero complementado con proyectos de mayor escala contratados externamente, asegurando así que Uruguay mantenga niveles de profundidad y operatividad acordes a los estándares internacionales.
Una agenda de largo plazo
Con tono firme pero realista, Gandini insiste en que el país debe dar señales concretas de planificación y continuidad. “El mensaje hacia el mundo portuario debe ser de estabilidad. Si hay reglas claras, obras en marcha y un rumbo sostenido, las navieras y los inversores responden. El puerto de Montevideo tiene una oportunidad única: ser el hub del Atlántico Sur. Pero para eso debemos actuar con decisión, orden y visión estratégica”, concluyó.