La administración de Donald Trump decidió apelar ante la Corte Suprema el fallo que bloqueó el uso de la International Emergency Economic Powers Act (IEEPA) para imponer aranceles. El máximo tribunal aceptó acelerar el proceso y escuchará los alegatos en noviembre, con un posible fallo antes de fin de año. Una derrota en este frente podría abrir la puerta a reembolsos de aranceles ya pagados, lo que añade un nuevo elemento de incertidumbre a un comercio internacional que parecía estabilizarse, según advierte Judah Levine, Head of Research en Freightos.
De acuerdo con un reporte de Mas Container, la situación se complica aún más tras la firma de una orden ejecutiva que fija aranceles del 15% a exportaciones japonesas —incluidos productos automotrices— con efecto retroactivo desde agosto. Mientras tanto, persisten trabas en acuerdos con Corea del Sur, principalmente en compromisos de inversión, y en Europa aumenta la resistencia a la ampliación de tarifas estadounidenses sobre metales, que podrían superar el 15%. Una reciente exención para ciertos productos metálicos generó un leve optimismo en torno a futuros entendimientos.
Impacto en el transporte marítimo
El USTR confirmó que a partir del 14 de octubre entrarán en vigor tasas portuarias para navieras chinas y embarcaciones construidas en China. Las compañías ya ajustan operaciones para minimizar riesgos, aunque los efectos finales en costos y servicios hacia EE.UU. aún son inciertos.
En septiembre, las tarifas en las rutas transpacíficas repuntaron más de un 20% (US$400–US$500/FEU) tras semanas de caídas, situándose en US$2.163/FEU hacia la Costa Oeste y US$3.240/FEU hacia la Costa Este. Aunque estos valores representan solo un tercio de lo registrado el año pasado, podrían sostenerse en el corto plazo por la demanda previa a la Golden Week y el incremento de cancelaciones de servicios (blank sailings).
En el plano global, la demanda de contenedores subió un 5% interanual en julio, impulsada por un crecimiento del 10% en los volúmenes Asia–Europa. Sin embargo, las tarifas en este corredor retrocedieron un 11% la semana pasada hasta los US$2.540/FEU, acumulando una caída del 25% en un mes y del 67% frente a 2024. A pesar del mayor dinamismo en volúmenes, los precios máximos de julio fueron 60% inferiores a los de un año antes, reflejando el exceso de capacidad.
Panorama del transporte aéreo
El transporte aéreo también se ve afectado. La IATA reportó un crecimiento global del 5% interanual en julio, con un fuerte +13% en los CTKs Asia–Europa, aunque las rutas Asia–Norteamérica enlazaron tres meses consecutivos de bajas. La reciente eliminación en EE.UU. de las reglas de de minimis en agosto podría frenar los volúmenes con destino a ese mercado, mientras otros países analizan medidas similares.
El Freightos Air Index señaló que las tarifas aéreas globales fueron un 4% más bajas en julio en comparación con 2023. La capacidad estable ha moderado la volatilidad: las tarifas China–EE.UU. cerraron en US$5,30/kg, mientras que China–Europa descendieron levemente a US$3,55/kg. El año pasado, la tendencia fue similar en septiembre antes de un repunte en octubre, impulsado por la temporada alta.