El ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, abogó por introducir la productividad como un componente central en las negociaciones colectivas en Uruguay. Lo hizo durante el cierre del encuentro “Repensando la negociación colectiva para el siglo XXI”, organizado por la Universidad de la Empresa (UDE) este martes, en el que también participaron Milton Castellano, director del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT; el exdirigente sindical Richard Read; el presidente de la Cámara de Comercio y Servicios, Julio Lestido; y el especialista en Derecho Laboral Matías Pérez del Castillo.
“El modelo uruguayo necesita más flexibilidad”
Durante su intervención, Oddone sostuvo que “el modelo de negociación colectiva en Uruguay necesita niveles de flexibilidad” para adaptarse a las particularidades de cada sector y promover acuerdos más equilibrados entre trabajadores y empleadores.
El ministro subrayó que el sistema uruguayo de relaciones laborales “tiene oportunidades de mejora, pero también fortalezas construidas a lo largo de muchas décadas”, que forman parte de la matriz de convivencia del país. En este sentido, destacó que dicho modelo gestiona aspectos complejos vinculados tanto a la eficiencia económica como a la equidad y distribución del ingreso, elementos que definió como “cruciales en las políticas públicas uruguayas”.
Productividad e información compartida
Oddone fue enfático al afirmar que “es imprescindible que la negociación colectiva se implemente por productividad”, una premisa con la que —dijo— todos los actores coinciden, pero que aún no se ha materializado.
Para lograrlo, consideró fundamental que las empresas compartan información con los sindicatos y los negociadores, garantizando los niveles de confidencialidad necesarios. “Los países que han hecho modelos de negociación colectiva en los que la productividad juega un papel clave tienen información provista por las empresas, con niveles de seguridad suficientes como para evitar ventajas competitivas indebidas”, explicó.
El ministro citó como ejemplo los casos de Alemania y Francia, donde las negociaciones colectivas están directamente vinculadas a la productividad gracias al acceso a datos empresariales precisos. “Es imposible que tengamos negociaciones atadas a la productividad si las empresas no comparten información”, remarcó.
Una mirada crítica y autocrítica
Oddone cerró su exposición con una anécdota personal sobre su experiencia como consultor en un país que —según contó— solía calificar las relaciones laborales uruguayas de “rugosas y lentas”. Sin embargo, años más tarde, ante un incremento de conflictos internos, las autoridades de ese país le pidieron asesoramiento sobre el modelo uruguayo. “Mi primera sugerencia fue que no lo adoptaran, porque tiene muchas oportunidades de mejora”, ironizó, destacando la necesidad de mantener una mirada autocrítica para seguir perfeccionando el sistema.
El encuentro concluyó con un consenso general sobre la necesidad de modernizar la negociación colectiva uruguaya, incorporando criterios de productividad, eficiencia y transparencia, sin perder los principios de equidad que han caracterizado históricamente al modelo laboral del país.