El complejo sojero paraguayo mantiene su relevancia como uno de los principales motores de la economía y del comercio exterior del país, registrando ingresos por más de 3.082 millones de dólares entre enero y septiembre de 2025, según información de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro). Este monto representa cerca del 36% del total de las exportaciones nacionales de bienes, lo que evidencia la centralidad del sector en la generación de divisas y en la actividad comercial paraguaya.
El complejo sojero incluye no solo la soja en grano, sino también sus derivados industriales, como harina, aceite y cascarilla, productos que han ganado relevancia en los últimos años al impulsar la industrialización del sector. Aunque las exportaciones de soja cruda registraron una disminución de aproximadamente 1,5 millones de toneladas en comparación con el mismo período del año pasado, el impacto sobre los ingresos totales del complejo se ha visto compensado por la estabilidad en la venta de productos industrializados, que alcanzaron 829,4 millones de dólares hasta agosto.
Este cambio refleja un proceso de transformación dentro de la cadena productiva paraguaya, donde cada vez más se prioriza la industrialización y el agregado de valor sobre la mera exportación de grano crudo. La estrategia permite a Paraguay reducir su exposición a las fluctuaciones de los precios internacionales de la soja, al tiempo que genera empleo, fomenta el desarrollo de encadenamientos productivos locales y fortalece la posición del país en el comercio regional e internacional.
El desempeño del complejo sojero paraguayo también tiene implicaciones importantes para actores internacionales. Empresas extranjeras y compradores de soja y sus derivados pueden encontrar oportunidades de abastecimiento en productos con mayor valor agregado, desde harina y aceite hasta subproductos industriales, consolidando a Paraguay como un proveedor estratégico en la región. Además, la diversificación de la oferta y el impulso a la industrialización permiten al país integrarse de manera más efectiva en cadenas de valor globales más sofisticadas.
A pesar de la reducción en el volumen de grano crudo, los analistas destacan que el fortalecimiento de la transformación industrial y la diversificación de productos derivados permiten sostener los ingresos por exportaciones. La inversión en infraestructura, tecnología de procesamiento y logística será clave para que Paraguay mantenga y potencie su posición dentro del comercio internacional de commodities agrícolas.
En este contexto, el complejo sojero sigue siendo un sector estratégico para la economía paraguaya, tanto por su aporte a la balanza comercial como por su capacidad de generar empleo y promover el desarrollo de la industria local, consolidando al país como un actor relevante dentro del comercio exterior sudamericano.
Fuente: 5Días