El Gobierno chino anunció la suspensión por doce meses del refuerzo de sus controles a la exportación de tierras raras, una medida que iba a entrar en vigor este mes y que afectaba directamente a los países de la Unión Europea. La decisión fue comunicada tras una reunión virtual entre el comisario europeo de Comercio, Maroš Šefčovič, y el ministro de Comercio chino, Wang Wentao.
El aplazamiento llega en un contexto de tensiones comerciales y estratégicas entre Pekín y Bruselas, ya que las tierras raras son fundamentales para la producción de vehículos eléctricos, turbinas eólicas, sistemas de defensa y equipos electrónicos. China domina más del 80 % de la oferta mundial de estos materiales, lo que le otorga una posición clave en las cadenas de suministro globales.
El pasado octubre, el gobierno chino había anunciado que ampliaría la lista de minerales sujetos a licencia de exportación y aplicaría normas más estrictas sobre su comercialización internacional. Sin embargo, la decisión de posponer el refuerzo de controles ofrece un respiro a la industria europea, que depende en gran medida de estos recursos para avanzar en la transición energética y tecnológica.
Desde la Comisión Europea, el portavoz Olof Gill calificó la medida como “una decisión responsable para preservar la estabilidad del comercio internacional” y señaló que ambas partes aprovecharán este año de margen para fortalecer la cooperación y reducir diferencias en materia regulatoria.
Pese al alivio temporal, analistas advierten que la suspensión no equivale a una marcha atrás definitiva. China mantiene la potestad de aplicar los nuevos controles una vez concluido el periodo de gracia, lo que podría reactivar las tensiones comerciales si no se alcanza un entendimiento estructural entre ambas partes.
Fuentes: El Economista