El reciente acuerdo comercial alcanzado entre China y Estados Unidos comienza a generar efectos concretos en el comercio internacional, particularmente en el transporte marítimo. La entrada en vigor, este miércoles 14 de mayo, de una reducción mutua de aranceles por 90 días ha provocado un incremento repentino en la demanda de transporte de mercancías en la ruta transpacífica, disparando los costos de flete.
El pacto, alcanzado durante negociaciones bilaterales en Ginebra el pasado fin de semana, establece que China reducirá del 125% al 10% los aranceles sobre productos estadounidenses, mientras que EE.UU. bajará del 145% al 30% los impuestos sobre bienes chinos. Ambas naciones, que protagonizaron una intensa guerra comercial desde la asunción de Trump en el gobierno de EEUU, buscan así dar una tregua temporal que reactive el flujo bilateral de mercancías.
Durante el conflicto comercial, las exportaciones chinas hacia EE.UU. se desplomaron un 21% y las importaciones desde EE.UU. a China cayeron un 14%. Esta caída en el comercio afectó gravemente al sector logístico, con drásticas reducciones en el transporte aéreo y cancelaciones masivas en el transporte marítimo, que llevaron a las navieras a operar por debajo de su capacidad.
Sin embargo, el escenario cambió radicalmente tras el nuevo acuerdo. Según Linerlytica, firma especializada en análisis del transporte marítimo, se anticipa una oleada de importaciones hacia Estados Unidos que podría incluso superar los volúmenes récord registrados durante la pandemia de COVID-19. Esta reactivación anticipa también un adelanto de la peak season, que tradicionalmente se concentra entre julio y septiembre.
Frente a este nuevo panorama, las navieras no tardaron en reaccionar. Desde abril, las tarifas promedio en la ruta transpacífica comenzaron a subir y actualmente se sitúan en torno a los US$2.500. Las previsiones apuntan a que en las próximas semanas estas tarifas superarán los US$3.500 por contenedor, impulsadas por la creciente presión sobre la disponibilidad de espacio en los buques.
“La falta de espacio está generando un aumento agresivo en los precios”, señalan desde el sector. La demanda se ha acelerado y las compañías navieras aprovechan el repunte para ajustar sus tarifas.
A falta de dos meses para que concluya la vigencia del acuerdo, el mercado logístico permanece atento a cómo evolucionará esta tregua comercial y si derivará en un acuerdo más duradero o en una nueva etapa de incertidumbre. Por ahora, la ruta transpacífica vuelve a estar en el centro de la actividad comercial mundial, con fletes en alza y una demanda que no da tregua.