Dos petroleros colisionaron este martes en aguas del mar de Omán, cerca del estratégico estrecho de Ormuz, en medio de un contexto regional marcado por la creciente tensión entre Irán e Israel. Según informó el medio 20 Minutos, la Guardia Costera Nacional de Emiratos Árabes Unidos evacuó a 24 tripulantes y los trasladó al puerto de Khorfakkan, en la costa este del país.
El incidente ocurrió tras varios días de reportes sobre fallos en las señales de navegación de cientos de barcos en la zona, que se vieron obligados a operar con mayor dependencia del radar. Uno de los buques involucrados es el Adalynn, de bandera de Antigua y Barbuda. Por el momento, no se han revelado detalles sobre el estado de la tripulación ni sobre posibles daños estructurales o riesgos de derrame.
La región donde tuvo lugar la colisión es uno de los principales corredores del comercio mundial de petróleo. Según la Administración de Información Energética de Estados Unidos, por el estrecho de Ormuz pasa aproximadamente una quinta parte del crudo global. En lo que va de 2024, un promedio de 20 millones de barriles de petróleo lo han atravesado cada día. A pesar del siniestro, el suceso no ha tenido impacto en los mercados: el precio del Brent se mantiene este martes por debajo de los 75 dólares el barril, nivel similar al del día anterior.
La empresa de seguridad marítima británica Ambrey afirmó que el accidente no estaría relacionado con un incidente de seguridad. Sin embargo, el aumento de tensiones ha llevado a varias compañías navieras a extremar precauciones, cancelar rutas o rechazar nuevos contratos en la zona. Frontline, la mayor compañía de petroleros cotizada en bolsa, anunció recientemente que evitará transitar por el estrecho de Ormuz mientras continúe el conflicto.
La zona ya ha sido escenario de accidentes similares en el pasado. En julio de 2023, el buque Prestige Falcon volcó frente a la costa del Sultanato de Omán, dejando un saldo de un fallecido y varios tripulantes desaparecidos.