El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este fin de semana la imposición de aranceles del 30% a las importaciones provenientes de la Unión Europea y México. La medida, que entrará en vigor el próximo 1 de agosto, representa un duro golpe para las relaciones comerciales transatlánticas tras meses de negociaciones en busca de un acuerdo.
El impacto de las declaraciones no se hizo esperar. Este lunes, las principales bolsas europeas abrieron en rojo, reflejando la inquietud de los mercados ante la creciente incertidumbre. Hacia las 9:30 (hora central europea), el índice CAC 40 de Francia caía un 0,52% hasta los 7.788,23 puntos; el DAX alemán retrocedía un 0,85%, situándose en 24.049,73 puntos; el FTSE 100 británico perdía un 0,38% hasta los 8.941,12 puntos; el IBEX 35 español bajaba un 0,80%, ubicándose en 13.897,80; y el FTSE MIB italiano descendía un 0,86%, cerrando en 39.726,27 puntos. En tanto, el índice paneuropeo STOXX 600 cayó un 0,48% a 544,73 unidades, mientras que el STOXX 50 perdió un 0,83%, ubicándose en 5.338,57.
En Bruselas, la reacción política fue inmediata. Los ministros de Comercio de la Unión Europea se reunieron este lunes para discutir la sorpresiva decisión del mandatario estadounidense. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, confirmó que la UE no tomará represalias antes del 1 de agosto, buscando dar margen para una solución diplomática. “Nuestra prioridad es mantener el diálogo abierto y evitar una escalada innecesaria”, señaló.
Maroš Šefčovič, negociador comercial europeo, también llamó a la calma, aunque advirtió sobre la necesidad de prepararse para todos los escenarios. “Estoy convencido de que una solución negociada es mejor que una guerra comercial. Pero la incertidumbre generada por unos aranceles injustificados no puede prolongarse indefinidamente. Si es necesario, la UE adoptará contramedidas proporcionadas y cuidadosamente diseñadas”, afirmó durante una rueda de prensa en la capital belga.
Mientras intenta contener la crisis con Washington, la UE redobla esfuerzos por diversificar sus alianzas económicas. A finales de este mes, los líderes del bloque viajarán a China para celebrar una cumbre bilateral, en busca de reforzar la cooperación comercial. La visita se produce en un contexto de tensión previa, luego de que Bruselas impusiera aranceles a productos chinos acusados de prácticas de dumping.
En paralelo, los dirigentes europeos también planean reuniones con otros socios estratégicos en Asia-Pacífico. Corea del Sur, Japón, Vietnam, Singapur y Filipinas están en la agenda, junto con Indonesia, cuyo primer ministro firmó el fin de semana en Bruselas una nueva asociación económica con la UE.
Con el nuevo giro proteccionista de Estados Unidos, el bloque europeo se enfrenta a un escenario global cada vez más volátil. Las próximas semanas serán clave para definir si la vía del diálogo puede evitar una escalada que tendría consecuencias económicas de gran alcance.