El mandatario compartió la noticia a través de Truth Social, calificando el pacto como “gigante, quizás el más grande nunca conseguido”. Además, aseguró que Japón invertirá 550.000 millones de dólares en territorio estadounidense.
Trump destacó que el acuerdo generará miles de empleos en Estados Unidos y permitirá que Japón abra su mercado a productos como automóviles, camiones, arroz y otros bienes agrícolas provenientes del país norteamericano.
Panorama político en Japón
En medio del delicado contexto político japonés, el negociador de aranceles Ryosei Akazawa fue consultado sobre la derrota electoral del primer ministro Shigeru Ishiba, cuya coalición perdió la mayoría en la Cámara Alta del Parlamento. Akazawa respondió que “no está preocupado” por la situación.
Con la pérdida de representación también en la Cámara Baja desde las elecciones generales de octubre, el Gobierno japonés enfrenta presión interna y crecientes llamados a la dimisión de Ishiba dentro de su propio partido, el PLD.
Enfoque estadounidense en las negociaciones
Por el lado estadounidense, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, sostuvo que la prioridad del Gobierno es alcanzar “acuerdos de alta calidad”, dejando en claro que no buscan cerrar tratos apresurados.
Postura de Ishiba
El primer ministro japonés valoró el acuerdo con Estados Unidos, aunque señaló que aún debe examinar en detalle su contenido. Indicó que su intención es continuar con las negociaciones antes de la implementación de los aranceles el próximo 1 de agosto y trabajar en apoyo a las pequeñas y medianas empresas frente al nuevo escenario.
Ishiba afirmó que el pacto busca salvaguardar los intereses nacionales de ambas naciones y expresó su compromiso de colaborar con Washington en la creación de empleo y el fortalecimiento del sector productivo.
Compromiso japonés con el arroz estadounidense
Como parte del acuerdo, Japón aumentará sus importaciones de arroz estadounidense bajo el sistema de “acceso mínimo”, lo que implica adquirir unas 770.000 toneladas al año sin aplicar gravámenes.
Desde Washington, Akazawa confirmó el compromiso y aseguró que “no se está sacrificando la agricultura japonesa”. El funcionario también celebró el cierre del acuerdo con una publicación en su cuenta de X: “misión cumplida”.