El presidente Luiz Inácio Lula da Silva firmó este miércoles 16 de julio el decreto que reglamenta el programa BR do Mar, una estrategia del gobierno federal para ampliar el uso del cabotaje, el transporte marítimo de carga entre puertos nacionales. La medida busca aumentar la cantidad de embarcaciones, abrir nuevas rutas, abaratar los costos logísticos, generar empleos y promover la innovación en el sector naval.
El reglamento, desarrollado por la Secretaría Nacional de Vías Navegables y Navegación del Ministerio de Puertos y Aeropuertos (MPor), establece acciones para reducir el costo del flete y minimizar el impacto ambiental del transporte. También introduce criterios de sostenibilidad que permiten a las empresas alquilar embarcaciones extranjeras bajo ciertas condiciones.
Según el ministro de Puertos y Aeropuertos, Silvio Costa Filho, la iniciativa podría disminuir entre un 20 % y un 60 % los costos logísticos en el país, al tiempo que fortalece el sistema portuario brasileño. “Permitirá que la carga se desplace, por ejemplo, desde el puerto de Suape, en Pernambuco, hasta el puerto de Santos, en São Paulo, reduciendo gastos y contribuyendo a las agendas de descarbonización y sostenibilidad”, explicó.
En la actualidad, el cabotaje representa el 11 % de toda la carga transportada por vía marítima. El Plan Nacional de Logística (PNL) proyecta un aumento del 15 % en los próximos diez años, impulsado por la reducción de costos: transportar una tonelada por cabotaje resulta un 60 % más barato que por carretera y un 40 % más económico que por ferrocarril.
Estudios de la empresa estatal Infra SA indican que los cambios pueden fomentar la competencia y reducir los gastos de transporte hasta en un 15 %, lo que significaría un ahorro anual de hasta R$19 mil millones. Además, este tipo de navegación reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80 % en comparación con otros medios.
El jefe de Gabinete, Rui Costa, subrayó que, dada su extensión territorial, Brasil necesita invertir en diversos modos de transporte que se complementen. “Queremos reducir costos y aumentar la competitividad del país. Nuestra producción, ya sea minera, industrial, agrícola o de proteínas, debe ser más competitiva para generar más empleo y actividad económica”, sostuvo.
La ministra de Planificación y Presupuesto, Simone Tebet, destacó que la medida también promueve la equidad territorial. “No hay justicia social sin desarrollo regional. Necesitamos transporte intermodal, y ahí es donde nuestros mares, ríos y el cabotaje cobran protagonismo. Este decreto es un hito para el desarrollo y la justicia social”, afirmó.
Durante 2024, el cabotaje movilizó 213 millones de toneladas, de las cuales el 77 % correspondió a petróleo transportado desde plataformas hasta los puertos. Con el BR do Mar, se espera aumentar el transporte de contenedores y carga general, que hoy representan apenas el 11 % y 2 % del total, respectivamente. Un crecimiento del 60 % en el transporte de contenedores podría evitar más de 530.000 toneladas de emisiones de CO₂ al año.
El programa también impulsa el uso de astilleros nacionales para mantenimiento y reparación de embarcaciones, reforzando la economía local. Asimismo, fomenta la formación de marinos brasileños y la apertura de nuevos mercados, rutas y tipos de carga. También busca optimizar los recursos del Adicional de Flete para la Renovación de la Marina Mercante (AFRMM).
En materia de sostenibilidad, el decreto autoriza a las Empresas Navieras Brasileñas (EBNs) a aumentar el tonelaje de sus flotas en un 50 % mediante el alquiler de buques extranjeros. Este límite se eleva al 100 % si los barcos son sostenibles. Incluso, si la EBN ya opera buques sostenibles, puede alquilar hasta el triple de embarcaciones tradicionales con capacidad equivalente.
La normativa contempla dos formas principales de fletamento: el casco desnudo, donde la EBN alquila el barco sin tripulación y se hace cargo de los costos operativos, y el fletamento por tiempo, en el que el arrendador proporciona la embarcación con tripulación incluida por un período determinado.
Durante el acto de firma, realizado en el Palacio de Planalto, representantes de distintos sectores coincidieron en la importancia estratégica del cabotaje. Ariovaldo Rocha, presidente del Sindicato Nacional de la Industria de la Construcción Naval y Reparaciones Offshore (SINAVAL), afirmó que los incentivos permitirán que el sector retome su papel económico y social. “Con estas políticas estatales, aseguramos la sostenibilidad y competitividad de nuestra industria frente a la construcción naval internacional”, señaló.
Vander Francisco Costa, presidente de la Confederación Nacional de Transportes, remarcó que el cabotaje puede aportar eficiencia, ahorro y sostenibilidad al país. “Es ideal para el transporte de carga a largas distancias por la costa brasileña”, dijo.
Finalmente, Carlos Augusto Muller, presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores del Transporte Fluvial, Aéreo, Pesca y Puertos, consideró que la reglamentación representa un paso importante para los trabajadores del sector. “Defender la Marina Mercante nacional es defender el empleo, la inclusión, la soberanía y el desarrollo”, concluyó.