La reforma tributaria que avanza en Brasil con miras a su implementación en 2026 ha generado preocupación en el sector aéreo. Jerome Cadier, CEO de LATAM Airlines Brasil, expresó en su cuenta de LinkedIn que, aunque la aprobación de la normativa representa un avance para el país, introduce “enormes distorsiones sectoriales” que afectarán seriamente a la aviación.
“El impacto será significativo: volar será un 25% más caro”, advirtió Cadier y aclaró que “no son las empresas las que pagarán el impuesto, sino los pasajeros”, quienes absorberán el aumento en los costos operativos.
El tema también fue abordado durante la Asamblea General Anual (AGM) de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), realizada en Nueva Delhi entre el 1 y el 3 de junio. Peter Cerdá, vicepresidente regional de IATA para las Américas, expresó su inquietud por el impacto de la reforma en el mercado brasileño. “El gobierno quiere más competencia y precios más bajos, pero no está dispuesto a ayudarnos a reducir costos”, afirmó, señalando que la demanda podría caer hasta un 30%.
Actualmente, los vuelos domésticos en Brasil pagan una carga tributaria del 9%, pero con la reforma se estima que la tasa podría subir al 27%. Los vuelos internacionales, hoy exentos, también quedarían gravados.
Por su parte, el medio Valor Económico informó que solo el aumento del Impuesto sobre Operaciones Financieras (IOF) implicará un costo adicional anual de R$600 millones para las aerolíneas. La única excepción prevista será para la aviación regional, que tendrá un régimen tributario diferenciado, aún pendiente de regulación.
“El transporte aéreo es fundamental para Brasil. Es imposible llegar de São Paulo a Manaos sin aviación”, concluyó Cerdá, instando al gobierno a considerar el impacto económico y social de una mayor carga impositiva sobre el sector.