El Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (CEBRI) presentó su más reciente Análisis de Coyuntura Internacional, titulado “Por qué el BRICS es estratégico para Brasil”, en el que se examina el papel del bloque como una plataforma clave para fortalecer la autonomía estratégica y la influencia global del país sudamericano.
Con Brasil ejerciendo la presidencia rotativa del grupo durante 2025, el estudio resalta cómo el BRICS se ha consolidado como un canal fundamental para la proyección internacional del país. El bloque, que originalmente estaba conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, amplió su membresía en enero para incluir a Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Irán e Indonesia, reflejando su creciente peso en el escenario internacional.
El informe del CEBRI subraya el papel del BRICS como puente entre Brasil y las regiones emergentes de Asia, África y Oriente Medio, y destaca la importancia del grupo en la expansión de las exportaciones brasileñas. También señala oportunidades clave dentro de la nueva arquitectura financiera internacional y el creciente protagonismo de Brasil en la gobernanza global.
Según el análisis, el BRICS representa para Brasil una oportunidad de diversificación de mercados y de redefinición del orden mundial vigente. CEBRI también enfatiza la posibilidad de que Brasil ejerza un liderazgo pragmático y equilibrado dentro del bloque, orientado a impulsar reformas internas que fortalezcan la cooperación Sur-Sur.
En línea con esta visión, el pasado 29 de abril, Brasil fue sede de la reunión de cancilleres del BRICS, donde el ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, transmitió el consenso del grupo en rechazar el resurgimiento del proteccionismo comercial, reafirmando el compromiso del bloque con el libre comercio y el multilateralismo.
El creciente interés en el BRICS también se evidencia en países como Colombia, cuya ministra de Comercio, Industria y Turismo, Cielo Rusinque Urrego, ha manifestado la intención de su país de acercarse al grupo, lo que refuerza el atractivo del bloque como actor central en la política y economía globales.