Las exportaciones textiles de China hacia la Unión Europea se han incrementado de forma significativa en los últimos meses, a medida que los fabricantes redirigen sus productos ante los altos aranceles impuestos por Estados Unidos. Según datos de la Confederación Europea de la Confección y el Textil (Euratex), las importaciones de ropa y textiles chinos a la UE aumentaron un 20% en valor y volumen durante el primer semestre de 2025 en comparación con el año anterior.
Este aumento se debe principalmente a la política arancelaria de Estados Unidos bajo la administración del presidente Donald Trump, que elevó las tarifas a los productos chinos hasta un 30%. La medida ha provocado que las empresas del gigante asiático busquen nuevos mercados, encontrando en Europa un destino con características de consumo similares al estadounidense.
El incremento de las importaciones europeas representa un aumento de aproximadamente 2.000 millones de euros en ropa de bajo costo, según los datos recabados por el Financial Times. “Hablamos de esta guerra arancelaria y vemos que China está exportando menos a Estados Unidos”, explicó al medio británico Mario Jorge Machado, presidente de Euratex. “Vemos que una cantidad significativa se exporta a Europa, pero esto también se relaciona con una disminución en el precio de los artículos que importamos”.
Pese a la tregua comercial entre Washington y Pekín, los aranceles impuestos desde la llegada de Trump a la Casa Blanca se mantienen. Paralelamente, Europa enfrenta dificultades para contener el flujo de productos provenientes de plataformas de comercio electrónico como Temu y Shein. La Comisión Europea ha propuesto eliminar el umbral de minimis de 150 euros —por debajo del cual los paquetes llegan libres de impuestos— y aplicar una tarifa fija de dos euros a los envíos con valor inferior, aunque los Estados miembros aún deben aprobar la medida.
En contraste, Estados Unidos eliminó su propio régimen de minimis en agosto, estableciendo una tarifa mínima de 80 dólares por paquete. “Estamos comparando para el mismo paquete aplicar una tarifa de dos euros o de 80 dólares”, señaló Machado, quien calificó de “ridículo” el esfuerzo europeo. “Los políticos europeos no han defendido la industria europea durante muchos años… estamos presenciando la destrucción de nuestra industria”, advirtió.
El aumento de las exportaciones chinas hacia Europa coincide con una caída del 19% en las ventas de textiles europeos a China, impulsada por la depreciación del yuan frente al euro y la presión competitiva de los precios. En paralelo, las empresas del sector en la UE afrontan mayores costos energéticos y una carga administrativa más elevada que sus competidoras extranjeras.
El impacto preocupa en Bruselas por su posible efecto sobre la inflación. Algunos analistas del Banco Central Europeo (BCE) advierten que la llegada masiva de bienes a precios reducidos podría tener un impacto deflacionario, aunque por el momento la inflación de la zona euro se mantiene en torno al 2%.
El sector textil europeo factura actualmente unos 170.000 millones de euros al año y emplea a 1,3 millones de personas, pero arrastra una crisis estructural desde la década de 1990. En países como España, regiones tradicionalmente vinculadas al textil —como Talavera de la Reina— nunca se recuperaron completamente del impacto de las importaciones asiáticas.
Expertos consultados por Euronews advierten que Italia, Francia y Portugal, principales polos de la moda y la confección en Europa, podrían ser los más afectados. La alta costura también podría resentirse, aunque algunos consumidores seguirían dispuestos a pagar precios más elevados por prendas de gama alta, según Dirk Vantyghem, director general de Euratex.
La nueva orientación comercial de China hacia Europa, impulsada por los aranceles estadounidenses, plantea así un nuevo desafío para una industria europea que busca mantener su competitividad en un escenario global cada vez más complejo.
Fuente: El Economista