A partir de octubre de 2025, el gobierno de Estados Unidos comenzará a aplicar nuevas tarifas a los buques del tipo Ro-Ro (Roll-on/Roll-off) construidos fuera de su territorio, como parte de una estrategia para fomentar la industria naval nacional. Las medidas afectarán especialmente a embarcaciones fabricadas en China o asociadas con empresas chinas, aunque no se limitarán exclusivamente a ese origen.
Los buques Ro-Ro, diseñados para transportar carga rodada como automóviles, camiones y remolques que ingresan y salen por sus propios medios, deberán afrontar un arancel de hasta 150 dólares por unidad equivalente a automóvil (CEU, por su sigla en inglés), la medida estándar utilizada para cuantificar la capacidad de carga de este tipo de embarcaciones.
Según informó la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), la decisión busca incentivar el uso de buques construidos en astilleros estadounidenses. Para estimular esta transición, se ha previsto un régimen de exención de tarifas por un período de hasta tres años para los operadores que ordenen y reciban embarcaciones de igual o mayor capacidad construidas en el país durante ese plazo.
La iniciativa se enmarca en una política comercial más amplia que apunta a reducir la dependencia de activos estratégicos fabricados en China y fortalecer la cadena de suministro industrial local, especialmente en sectores considerados clave para la seguridad económica y logística de Estados Unidos.