A partir del 1 de mayo de 2025, el Mar Mediterráneo entrará en una nueva etapa en materia de regulación ambiental al ser declarado oficialmente Área de Control de Emisiones (ECA) para óxidos de azufre (SOx), según informó Noticias Marítimas. Esta medida, impulsada por la Organización Marítima Internacional (IMO) bajo el Anexo VI del convenio MARPOL, exige una reducción significativa del contenido de azufre en los combustibles utilizados por los buques que transiten por la región, limitándolo al 0,1 %, frente al 0,5 % permitido actualmente.
Para cumplir con la normativa, los armadores tendrán dos caminos: optar por combustibles más limpios o instalar tecnologías de depuración de gases de escape, conocidos como “scrubbers”, capaces de garantizar niveles equivalentes de emisiones.
Se prevé que esta transición se traduzca en ajustes económicos, como la implementación de recargos por parte de las navieras para compensar los mayores costos operativos.
El impacto de esta disposición será significativo, considerando que el Mediterráneo es una de las rutas marítimas más activas del planeta, concentrando el 20 % del comercio marítimo global, el 24 % de la flota mundial y más del 17 % del tráfico de cruceros.