Los representantes del régimen de zonas francas expresaron preocupación ante la inclusión del impuesto mínimo global dentro del nuevo proyecto de Presupuesto, al considerar que la medida podría afectar la seguridad jurídica del país y restar competitividad en la atracción de inversiones extranjeras.
Enrique Buero, presidente de la Cámara de Zonas Francas del Uruguay, advirtió que el tema requiere un análisis más profundo y que no corresponde “abrocharlo” al debate presupuestal.
En diálogo con Informativo Carve, Buero sostuvo que existe tiempo para tratar esta normativa de forma independiente y que, pese a las conversaciones mantenidas con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), no comparten los fundamentos para su incorporación al Presupuesto. Señaló, además, que han advertido al gobierno sobre el riesgo de posibles demandas contra Uruguay y, sobre todo, la pérdida de confianza internacional: “El riesgo no está solo en el juicio sino en la confianza, en lo que veníamos ofreciendo que era que Uruguay respeta las reglas de juego”.
El empresario remarcó que no hay urgencia en aprobar el tributo y que, en cambio, se pone en juego la capacidad del país de atraer inversiones. También cuestionó la supuesta neutralidad del impuesto, ya que, según dijo, esta depende en última instancia de la decisión de las empresas de pagarlo o no en Uruguay.
El impuesto mínimo global, inspirado en estándares internacionales como los de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), aparece en el proyecto de Presupuesto bajo la denominación de Impuesto Mínimo Complementario Doméstico (artículo 662). Desde la Cámara de Zonas Francas, lo consideran “inoportuno” e “innecesario” por los efectos que podría tener en inversión, empleo y recaudación.
Actualmente, más de 1.000 empresas operan en zonas francas, generando cerca del 6,6% del PIB, el 34% de las exportaciones y unos 66.000 empleos. Para el sector privado, el mayor temor radica en el impacto sobre la seguridad jurídica y la reputación de Uruguay como destino de inversión, condiciones que hasta ahora han sido una de sus principales ventajas competitivas.