El Ministerio de Puertos y Aeropuertos (MPor) de Brasil se pronunció a favor de limitar la participación de actuales operadores en la licitación de la Terminal de Contenedores de Santos 10 (Tencon), una de las concesiones más esperadas del sector portuario brasileño. La postura oficial fue remitida este viernes al Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), en un documento que refuerza la decisión de la Agencia Nacional de Transportes Acuáticos (Antaq) de excluir a empresas que ya gestionan terminales en el puerto paulista.
De acuerdo con información publicada por A Tribuna, el ministerio argumenta que la medida es necesaria para evitar la concentración del mercado y garantizar un operador neutral, capaz de estimular la competencia, ofrecer tarifas más bajas y mejorar la calidad del servicio a largo plazo. El informe sostiene que, sin estas restricciones, algunos grupos podrían expandir aún más su dominio en el mayor puerto de Sudamérica.
El texto, entregado al TCU en el último día del plazo fijado por el Tribunal, resalta que el propósito de un puerto público no debe centrarse en maximizar ingresos inmediatos, sino en asegurar eficiencia y competitividad para la cadena logística. Según el ministerio, si bien una subasta más abierta podría elevar el valor inicial de la concesión, también pondría en riesgo la neutralidad de la terminal y limitaría la diversidad de opciones para navieras y usuarios.
El dictamen insiste en que, en un mercado ya concentrado, las soluciones de control de acceso resultan costosas y difíciles de aplicar, por lo que se requieren medidas estructurales claras. “Un puerto neutral permitiría la entrada de armadores independientes y el desarrollo de rutas más competitivas, reduciendo la vulnerabilidad del país frente a la reconfiguración geopolítica global”, sostiene el documento.
El MPor también sugirió que el TCU analice la posibilidad de una subasta en dos fases, como propone Antaq: una primera con exigencias más rigurosas y un valor mínimo acorde con la importancia del activo; y, en caso de no haber interesados, una segunda ronda más flexible.
Finalmente, el ministerio ratificó su compromiso de realizar la licitación en 2025, en sintonía con Antaq y con las orientaciones del TCU. El énfasis, recalca, no está en elevar la tarifa de concesión, sino en asegurar que la terminal más estratégica de la región quede en manos de un operador independiente que fortalezca la competitividad del sistema portuario brasileño.