La Ing. Lucía Basso, presidenta de la Sociedad de Productores Forestales del Uruguay (SPF), abrió este martes 18 de noviembre, el tradicional Desayuno Forestal con palabras que combinaron emoción, orgullo y una clara visión de futuro. Frente a una sala completamente colmada, Basso destacó el crecimiento sostenido del sector y la capacidad del país para consolidarse como líder regional en innovación forestal.
“Me honra una vez más estar parada aquí, inaugurando este gran evento de la Sociedad de Productores Forestales”, comenzó diciendo, resaltando la importancia de este espacio que “ya es un clásico” para debatir avances, desafíos y oportunidades. “No es casualidad que nos reunamos cada año. Lo hacemos porque los bosques crecen, pero también nosotros crecemos junto con los bosques”.
Basso repasó los orígenes del sector, destacando que todo comenzó con una apuesta estratégica en 1987 a partir de la ley forestal 15.939, que se transformó en una verdadera política de Estado. “Lo que vino fue un compromiso de largo plazo y una visión que superó todos los gobiernos de turno”, afirmó, recordando que el sector ha atravesado nueve administraciones distintas manteniendo ese consenso nacional.
“Ese árbol está maduro”, continuó, refiriéndose a los resultados concretos alcanzados: más de 40.000 empleos, liderazgo en las exportaciones de bienes del país, 90% de la superficie forestal certificada y territorios revitalizados. Pero advirtió que “como todo árbol maduro, necesita espacio para seguir creciendo”.
En su discurso, Basso mencionó los desafíos clave para el futuro inmediato: normas claras y estables que atraigan inversiones, trámites más ágiles, infraestructura adecuada, rutas y puentes preparados para el transporte forestal y un sistema portuario competitivo. También dedicó parte de su intervención a derribar algunos mitos: “No es verdad que las plantaciones forestales desplazan a otras actividades. Tampoco es cierto que somos un sector que no aporta al país. Los datos lo demuestran”.
Según explicó, la renovación que el sector necesita no se trata solo de plantar más árboles, sino de “plantar nuevas ideas”. Mencionó el enorme potencial de la madera como recurso renovable: desde fibras textiles como la viscosa, hasta bioplásticos, envases compostables, combustibles renovables y productos de la química verde. “Es posible vestirse con madera”, dijo, y señaló que ya hay tiendas que venden prendas hechas con estas fibras.
También destacó el rol de los bosques como captadores de carbono y motor de energía limpia, con una contribución que ya alcanza casi el 40% de la matriz eléctrica nacional. “La madera no solo construye o genera productos papeleros. También viste, transporta, alimenta, energiza e innova”, señaló.
En su cierre, Basso hizo un fuerte llamado a fortalecer las alianzas público-privadas: “Nadie lo puede hacer solo. Necesitamos más diálogo, más comprensión, más confianza”. Subrayó la importancia de trabajar en conjunto con el Estado, las empresas, la academia y las comunidades, citando como ejemplo el trabajo con LATU, INIA, la Universidad y el Operativo Piloto de Inspección Forestal (OPIF).
“Tenemos condiciones únicas y gente única. No dejemos pasar esta oportunidad”, concluyó. “Es momento de liderar un nuevo capítulo de la historia de la forestación en Uruguay».