Empresas del sector portuario brasileño solicitaron al Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) mayor celeridad en el proceso de licitación del nuevo megaterminal de contenedores del Puerto de Santos, considerado uno de los proyectos logísticos más importantes de los últimos años para el comercio exterior del país.
El pedido fue realizado por el Sindicato de Operadores Portuarios del Estado de São Paulo (Sopesp), que envió un oficio al TCU expresando preocupación por los retrasos en el llamado a licitación del área conocida como STS10, ubicada en el muelle de Saboó. Según el gremio, la demora en la definición del proceso puede generar incertidumbre entre los inversores y afectar la planificación de las empresas que dependen del puerto para el movimiento de cargas.
El proyecto del STS10 prevé inversiones millonarias y podría aumentar en alrededor de un 50% la capacidad de manejo de contenedores del Puerto de Santos, el más grande de América Latina. La iniciativa es considerada estratégica para fortalecer la infraestructura portuaria brasileña, mejorar la eficiencia operativa y reducir costos logísticos para exportadores e importadores.
El Sopesp reconoció los cuidados técnicos y jurídicos que exige un proceso de esta magnitud, pero subrayó la necesidad de mantener la agilidad administrativa. En su comunicado, el sindicato señaló que “la celeridad y la eficiencia en el proceso licitatorio son piezas indispensables, pues aportan estabilidad y confianza tanto a la administración pública como a los inversores”.
El Tribunal de Cuentas aún evalúa el modelo de licitación más adecuado, lo que ha generado expectativas en el sector. Técnicos del organismo proponen realizar el proceso en una única fase, lo que permitiría mayor concurrencia y reduciría los plazos para la adjudicación.
Para los actores del comercio exterior, la definición del nuevo terminal podría marcar un antes y un después en la competitividad del sistema logístico brasileño, al ampliar la capacidad de recepción de buques de gran porte y modernizar la infraestructura del principal punto de entrada y salida de mercancías del país.
Fuente: A Tribuna, Brasil