En el tradicional brindis de fin de año del Centro de Navegación del Uruguay (Cennave), su presidenta, Mónica Ageitos, realizó un balance del 2025 marcado por cambios de Gobierno, desafíos logísticos y la urgencia de impulsar transformaciones clave en el sistema portuario nacional. Ante autoridades, representantes empresariales, asociaciones y organizaciones del sector, agradeció la confianza de los socios al renovarle el mandato que culminará en mayo, así como el trabajo de las comisiones, asesores y el equipo técnico del Centro.
Ageitos destacó que el recambio de autoridades nacionales en marzo implicó un desafío significativo para todas las cámaras empresariales, pero especialmente para Cennave, dado que los asuntos marítimos y portuarios requieren interlocución permanente con múltiples organismos y no suelen ocupar la agenda pública de forma cotidiana. En un sector heterogéneo y marcado por la urgencia, aseguró que la institución mantuvo su perfil técnico y responsable, respaldado por más de un siglo de trayectoria.
Recordó que Cennave había elaborado una agenda estratégica para el quinquenio, pero la realidad del mercado y las condiciones regionales sumaron nuevas preocupaciones. Señaló que los puertos necesitan infraestructura adecuada, servicios eficientes, sostenibilidad y un avance decidido hacia la digitalización, un proceso en el que el Centro ya trabaja junto a la ANII. Mencionó además la importancia de sostener una planificación portuaria integral, el mantenimiento constante de muelles y canales, y la ratificación de convenciones internacionales postergadas.
Al referirse al escenario actual, Ageitos advirtió sobre la compleja situación del movimiento de contenedores, marcada por la baja en el tránsito de carga y la ausencia de arribos de buques oceánicos y feeders a Montevideo. Indicó que Cennave trabaja junto al Gobierno y las empresas para revertir esta circunstancia, aunque subrayó la necesidad de prepararse para recibir la carga en las mejores condiciones cuando se reactive. En contrapartida, destacó un mejor desempeño en los graneles, con el mineral de hierro nuevamente en primer plano, aunque advirtió que persisten riesgos asociados a decisiones de países vecinos, incertidumbre sobre peajes y el vencimiento de contratos de dragado.
Pidió cautela al considerar posibles modificaciones a la Ley de Puertos, advirtiendo que cualquier señal que genere desconfianza en navieras o cargadores puede afectar la competitividad del país, en especial en la carga de tránsito que sostiene la conectividad y los fletes de exportación. También se refirió al proceso de negociación salarial del sector portuario, señalando que la propuesta sindical de reinstalar la obligatoriedad de los 13 jornales implicaría un retroceso y mayores costos, que ya superaron los USD 600.000 en 2024 por jornales no trabajados. Llamó a la reflexión al sindicato y pidió comprensión a las autoridades sobre la situación.
Ageitos subrayó que el país debe adaptarse a las transformaciones energéticas globales y avanzar hacia una Ventanilla Única Marítima que integre a todos los organismos con el mismo nivel tecnológico. Advirtió que los puertos que no se modernicen quedarán fuera de los itinerarios de las grandes navieras, y consideró clave la profundización del Puerto de Montevideo, así como el seguimiento de las decisiones argentinas en la Vía Navegable Troncal.
Al cerrar su mensaje, afirmó que el próximo año exige mantener el foco y “no distraerse” para continuar trabajando por un Uruguay de cara al mar. Invitó a los presentes a brindar para renovar fuerzas, esperanzas y el compromiso con el desarrollo portuario del país.