De acuerdo con Europa Azul, la conexión busca consolidar el Ártico como un corredor estratégico de comercio para China, en un movimiento que combina reducción de plazos de entrega, abaratamiento de costos logísticos y mayor eficiencia para fabricantes y plataformas de comercio electrónico.
La nueva ruta enlazará los puertos chinos de Qingdao, Shanghái y Ningbo-Zhoushan con los europeos de Felixstowe (Reino Unido), Róterdam (Países Bajos), Hamburgo (Alemania) y Gdansk (Polonia). El tramo ártico, a través de aguas rusas, permitirá unir Ningbo con Felixstowe en menos de tres semanas, frente a las 35 a 40 jornadas habituales vía Suez.
El viaje inaugural está previsto para el 20 de septiembre a bordo del portacontenedores Istanbul Bridge, con capacidad para 4.890 TEU. Aunque de menor tamaño que los grandes buques que transitan por Suez o Panamá, su capacidad es significativa para un corredor todavía emergente. La compañía confirmó que el primer servicio ya está totalmente reservado, principalmente por fabricantes chinos y operadores de comercio electrónico que buscan garantizar el abastecimiento de la campaña europea de fin de año.
Hasta ahora, el transporte de contenedores por el Ártico se había limitado a operaciones puntuales, mayoritariamente entre Rusia y China. En 2024, la naviera Newnew Shipping realizó 13 travesías, moviendo unos 20.000 TEU, aunque siempre bajo un modelo “tramp” de puerto único. Haijie Shipping marca un hito al ofrecer un servicio regular con múltiples escalas, lo que lo convierte en el primer servicio tipo “liner” en la Ruta del Mar del Norte.
Por el momento, el Arctic Express operará solo entre julio y noviembre, cuando el deshielo permite la navegación. A futuro, la compañía espera incorporar buques de mayor capacidad de hielo para ampliar operaciones en invierno y primavera.
El lanzamiento coincide con la puesta en marcha de un sistema chino de monitorización en tiempo real del hielo marino, desarrollado por el Ministerio de Transporte y el Centro Meteorológico Marino de Tianjin, con el objetivo de reforzar la seguridad de las travesías.
Aunque en esta primera fase Haijie ha optado por no realizar escalas en puertos rusos —un hecho relevante tras la invasión de Ucrania y la concentración del tránsito ártico en el comercio Moscú-Pekín—, el éxito de la ruta podría abrir la puerta a nuevas inversiones y actores. Corea del Sur, por ejemplo, ya ha anunciado planes para lanzar operaciones piloto en 2026.
La reducción del tiempo de viaje en un 40 % frente a Suez convierte a la Ruta del Mar del Norte en una alternativa estratégica para el comercio Asia-Europa. No obstante, su consolidación dependerá de la inversión en rompehielos, la evolución del cambio climático en el Ártico y las tensiones geopolíticas en la región.
Con este servicio pionero, China da un paso clave hacia la redefinición de las cadenas globales de suministro.