La Autoridad Portuaria de Santos (APS) finalizó el mes pasado las obras de dragado en el puerto brasileño, un trabajo que se extendió durante dos meses e incluyó la remoción de sedimentos y el mantenimiento del calado previsto en el canal de navegación, desde Alemoa hasta Barra, en Ponta da Praia.
Según informó A Tribuna, la intervención también contempló la instalación de nuevos atracaderos y fue seguida de una batimetría que confirmó la profundidad del canal en alrededor de 15 metros. Esta medida garantiza la seguridad de la navegación y la operatividad del puerto más importante de Brasil, permitiendo el acceso de buques de gran porte.
El puerto de Santos, ubicado en un estuario con alta concentración de sedimentos, depende de estas acciones de mantenimiento para evitar la sedimentación. “Mantener el calado actual es esencial, pero ya estamos avanzando con la profundización del canal, algo que no se ha hecho en más de diez años, satisfaciendo una necesidad del mercado”, explicó Anderson Pomini, presidente de la Compañía Gestora Portuaria.
Las obras de la nueva etapa ya comenzaron con la remoción de rocas en el estuario. El objetivo es alcanzar progresivamente profundidades de 16 y luego 17 metros, lo que permitirá recibir a los buques de mayor tamaño que circulan en el comercio marítimo internacional. “Estamos despejando el camino para recibir a los barcos más grandes del mundo”, aseguró Pomini.