Durante el desarrollo del foro Mercosul Export, que se lleva a cabo en Asunción, Paraguay, se realizó el panel titulado “Los impactos y la relevancia de la hidrovía Paraguay-Paraná para la economía del Mercosur”. El evento, organizado por Brasil Export, reunió a destacados referentes del sector como Adalberto Tokarski, consultor del Grupo J&F; Sergio Abreu, secretario general de la ALADI; y Bernd Gunther, presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay y director de operaciones de Hidrovías do Brasil. La moderación estuvo a cargo de Leopoldo Figueredo, director general de la red.BE News.
El panel abordó la integración regional a través de la red de transporte del Mercosur, con especial atención en la hidrovía Paraguay-Paraná, actualmente en discusión por los procesos de concesión impulsados por Argentina y Brasil. La conversación destacó tanto la importancia estratégica de esta vía navegable como los desafíos institucionales y logísticos que enfrenta.
Tokarski expuso sobre el proceso de concesión del tramo brasileño de la hidrovía, destacando el crecimiento sostenido de las cargas en la zona y señalando que, en los últimos quince años, el gobierno de Brasil no logró una gestión eficiente. En consecuencia, optó por concesionar ese tramo con el objetivo de convertir un río naturalmente navegable en una infraestructura hidroviaria moderna y previsible. “El gobierno brasilero dio un paso importante para que ese tramo, que hoy tiene una navegación muy fuerte, tenga navegación segura los 365 días del año, las 24 horas. Se necesita generar previsibilidad”, afirmó. También subrayó dque dragado, balizamiento, señalización y tecnología que garantizan seguridad y eficiencia.
Por su parte, Bernd Gunther apoyó el proceso de concesión y elogió el enfoque brasileño, resaltando la transparencia del proceso y sus condiciones técnicas y económicas. “Desde el inicio del proyecto se compartió con transparencia que iba a lograr la concesión. Vamos a dragar a un nivel de permanencia del 90%, garantizar 9 pies más un pie de piloto y cobrar aproximadamente 30 centavos de dólar por tonelada transportada, no por TRN. Esto es muy importante en términos comerciales”, explicó. Agregó que desde el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos de Paraguay (CAFyM), junto a otras instituciones, están comprometidos con impulsar el proceso, y alentó a que otros países tomen como ejemplo el modelo brasileño.
En cuanto al relacionamiento entre los países que comparten la hidrovía, los panelistas coincidieron en que existen serios problemas debido a que los intereses nacionales predominan sobre una visión regional común. Criticaron la falta de una estrategia supranacional y la ausencia de una visión clara para desarrollar una dinámica integradora. En ese sentido, consideraron clave que Brasil, cuya participación hasta ahora ha sido limitada, asuma un rol de liderazgo en el proceso.
Sergio Abreu señaló que el avance depende de la alineación política de Argentina y Brasil, destacando la necesidad de que Brasil lidere este tema. “El presidente Lula y Celso Amorim tienen la palabra aquí. Tienen que establecer la prioridad, decir que se apuesta por la hidrovía expresó. También convocó al presidente argentino a abandonar la retórica sin contenido y concentrarse en acuerdos reales que favorezcan al sector privado y a los países más pequeños como Paraguay y Uruguay. “Se necesita un liderazgo brasileño en términos estratégicos que olvide estar opinando del mundo, porque primero está la gente de aqui”, sentenció.
En ese contexto, también se cuestionó el rol del Comité Intergubernamental de la Hidrovía (CIH), que, según la percepción general, no está cumpliendo su función de articulación regional. Se criticó la falta de reuniones —más de un año sin actividad hasta su encuentro en Brasilia— y la incapacidad de generar consensos. Gunther planteó que su carácter intergubernamental debería evolucionar hacia una instancia supranacional que actúe con autoridad en favor del interés regional: “Uno pensaría en la supranacionalidad que pueda imponer y que los países deban cumplir. Creo que tendría un efecto positivo en la dinámica que se está llevando en el CIH, que para mí no es la adecuada”.
De cara al futuro, los panelistas se mostraron cautelosamente optimistas. Coincidieron en que la presencia activa de Brasil es fundamental para resolver los problemas estructurales, establecer una agenda común, reforzar la seguridad jurídica y asegurar el cumplimiento de las normas necesarias para el desarrollo integral de la economía regional.