El Segundo Foro Fluvial Sudamericano, organizado por CAF, Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe y el Instituto de Desarrollo Regional, inició ayer lunes 6 de octubre en la ciudad de Asunción su primera jornada. El encuentro, que se desarrollará durante dos días, reúne a referentes del sector público y privado en un espacio de diálogo y construcción de consensos sobre la gestión eficiente y sostenible de los sistemas fluviales en América del Sur.
En este primer día de actividades se llevó a cabo el coloquio titulado “Impulso y fomento del transporte fluvial regional. Propuestas para su financiamiento e incorporación de nuevas tendencias globales”, que dejó importantes definiciones sobre el futuro de la navegación interior y la integración logística regional.
Entre los expositores participaron Bernd Gunther, presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (CAFyM); Diego Azqueta Secco, presidente de la Comisión Permanente de Transporte de la Cuenca del Plata (CPTCP); y José Berea, presidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (CAPECO).
Dos pilares fundamentales: navegabilidad y seguridad jurídica
El presidente de CAFyM, Bernd Gunther, destacó que el desarrollo del transporte fluvial debe sostenerse en dos pilares: la navegabilidad y la seguridad jurídica.
“Debemos asegurar una navegabilidad efectiva el 90% del tiempo con nueve pies de calado. Con eso alcanza”, afirmó.
Gunther repasó los avances en el río Paraguay, donde —según explicó— se han ganado más de dos pies de calado efectivo en los últimos años gracias a los trabajos de dragado de mantenimiento y a los derrocamientos parciales.
“Todos los derrocamientos se realizan con estudios de impacto previos y son intervenciones mínimas que permiten garantizar el paso seguro de las embarcaciones”, sostuvo.
A su juicio, “no hay río navegable sin dragado y derrocamientos parciales”, y añadió que con pequeñas intervenciones se ha logrado multiplicar varias veces el volumen transportado en una década.
Respecto al segundo pilar, Gunther remarcó la importancia de incorporar al sector privado al Comité Intergubernamental de la Hidrovía (CIH):
“La seguridad jurídica implica que los privados podamos participar en la Comisión del Acuerdo, que los temas se aborden antes de que exploten y sin politización. Las discusiones deben ser técnicas, orientadas al desarrollo de los cinco países signatarios”.
Azqueta: “La hidrovía es integración”
Por su parte, Diego Azqueta Secco, presidente de la CPTCP, subrayó que la integración regional es el elemento esencial para garantizar el desarrollo sostenible de la Hidrovía Paraguay–Paraná.
“Debemos dejar el concepto de soberanía en la puerta de las reuniones. Integración es tomar lo mejor de cada uno para ser todos mejores”, expresó.
Azqueta recordó que el CIH cumple un papel clave al otorgar reglas claras y promover esa integración. “La naturaleza misma de la hidrovía es integradora: transporta cargas bolivianas, brasileñas y paraguayas hacia puertos argentinos, uruguayos y paraguayos, con tripulaciones de distintas banderas. Si trabajamos con una visión técnica y sistemática, las inversiones llegarán y se consolidará un sistema logístico verdaderamente regional”, enfatizó.
Berea: “La hidrovía no tiene fronteras”
En representación del sector exportador, José Berea, titular de CAPECO, abordó el impacto de los costos logísticos sobre la competitividad de la producción regional.
“Debemos estar en línea con los costos de transporte hacia los puertos de Rosario o Palmira, sin que existan sobrecostos por trabas burocráticas”, señaló.
El dirigente insistió en la necesidad de una mirada conjunta:
“Debemos mirar una sola bandera, que es la bandera de la hidrovía. El día que recordemos que tanto la hidrovía como los corredores terrestres no tienen bandera ni fronteras, ese día empezaremos a caminar hacia una verdadera integración logística regional”.
El coloquio del primer día del Foro Fluvial Sudamericano dejó en claro que la región enfrenta desafíos compartidos y oportunidades conjuntas. Los representantes coincidieron en que la cooperación técnica, la continuidad de las obras de mantenimiento y la participación equilibrada del sector privado y público son las claves para consolidar un sistema fluvial moderno, competitivo y sostenible en América del Sur.