La implementación del tercer carril en la Carretera de los Inmigrantes y la puesta en marcha de la nueva Terminal de Contenedores Santos 10 (STS10), ubicada en el muelle de Saboó, podrían elevar el flujo diario de camiones hacia el Puerto de Santos de los actuales 12.000 a cerca de 29.400. Esta proyección forma parte de un análisis publicado por Datamarnews, que destaca el impacto logístico que podrían tener estas obras clave para el sistema portuario brasileño.
Según estimaciones divulgadas por el medio A Tribuna, la concesionaria Ecovias prevé que la adición del tercer carril en la Carretera de los Inmigrantes aumentará en un 145 % la capacidad de transporte pesado que desciende por la Serra rumbo al puerto. Solo Santos 10, una vez operativa a pleno rendimiento, espera recibir cerca de 5.000 camiones al día.
La evolución del movimiento portuario, basada en datos de DataLiner, muestra un crecimiento sostenido en la carga de contenedores desde enero de 2022. Esta tendencia confirma la necesidad de adaptar la infraestructura vial a las exigencias futuras del comercio exterior.
Sin embargo, expertos y autoridades advierten que, sin obras complementarias en los accesos urbanos y portuarios, existe el riesgo de un colapso logístico. Ecovias explicó que el proyecto contempla también mejoras viales integradas con otras obras, como el segundo acceso a la Margen Derecha del puerto y un nuevo viaducto en Alemoa.
Mario Povia, presidente del Instituto Brasileño de Infraestructura, subraya que el cumplimiento de los plazos de inversión será fundamental para evitar nuevos cuellos de botella. Las obras ferroviarias, como el Ferrocarril Interno del Puerto de Santos (Fips), y la expansión de terminales portuarias también se consideran claves.
Desde la academia, Alessandro Lopes, de ESAMC, advierte que el túnel sumergido Santos-Guarujá y el tercer carril deben ir acompañados de una reconfiguración vial urbana para evitar trasladar el problema del tráfico a zonas residenciales y céntricas.
El consultor logístico Ivam Jardim señala la importancia de una planificación integrada entre el túnel, la terminal Santos 10 y el nuevo carril, haciendo énfasis en la urgencia de habilitar nuevos accesos viales a Santos, especialmente en la zona de Saboó.
Por su parte, el municipio de Guarujá ya trabaja en proyectos para mejorar el acceso a la ciudad, incluyendo un posible tercer carril en la Carretera Cônego Domenico Rangoni y una nueva entrada urbana, en coordinación con el gobierno estatal y la Autoridad Portuaria.
En Santos, las autoridades locales advierten que sin inversiones en infraestructura vial y estacionamientos para camiones, el aumento del tráfico podría perjudicar tanto la logística como la vida diaria de los habitantes. El secretario de Asuntos Portuarios, Bruno Orlandi, considera que las obras deben venir acompañadas de patios de estacionamiento y mejoras en los puntos de conexión con el sistema Anchieta-Imigrantes.
Los gremios de transportistas también alzan la voz. Luciano Carvalho, presidente de Sindicam, y Romero Costa, director del mismo sindicato, reclaman la construcción de patios de control y un viaducto adicional en Alemoa. Aseguran que sin estas medidas, el tránsito en la Baixada Santista se volverá inmanejable.
Finalmente, Rose Fassina, presidenta de Sindisan, reconoce la importancia del túnel y de Santos 10, pero expresa su preocupación ante los constantes obstáculos que retrasan su ejecución. La incertidumbre sobre el acceso a Guarujá y la viabilidad del túnel sigue siendo un tema pendiente entre los transportistas.