A raíz de los recientes ataques entre Israel e Irán, aumenta la alerta en el transporte marítimo en la región de Medio Oriente. La agencia británica UKMTO (Organización de Operaciones Comerciales Marítimas del Reino Unido) advirtió el miércoles pasado, a través de una nota de asesoramiento, que estaba al tanto del incremento de las tensiones, lo que podría derivar en una escalada de actividad militar con impacto directo sobre las tripulaciones de los buques en la zona.
Gran parte del petróleo y de los principales productos básicos del mundo, incluidos los cereales, transita por las rutas marítimas de esa región. Si bien actualmente no hay evidencia de ataques directos a buques comerciales, la agencia advierte que existe el riesgo de que los Hutíes en Yemen, aliados con Irán, amplíen sus acciones en el área.
Continúa también la alerta máxima en el Estrecho de Ormuz y el Golfo de Omán, debido al aumento de la actividad militar, las operaciones de defensa aérea y una posible interferencia del Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS).
“Irán no se opone a interferir con el transporte marítimo comercial, como se vio, por ejemplo, en la incautación del MSC Aries de 14.000 TEU el año pasado. El buque aún se encuentra en poder de Irán”, señaló Jensen. La sombra del portacontenedores MSC Aries, abordado por comandos iraníes en aguas internacionales del Estrecho de Ormuz y posteriormente trasladado a territorio iraní, refuerza el temor de que Irán no descarte nuevos ataques a buques comerciales.
En cuanto al comercio internacional, ya se comienzan a registrar consecuencias, con subas en productos a nivel global debido a la influencia que tiene la zona en su tránsito. Datos de Jefferies indican que Medio Oriente representa el 40% del comercio total de petróleo crudo, el 33% del GLP, el 23% del GNL, el 12% de productos refinados, el 5% del comercio de contenedores y el 3% de graneles secos.
Un eventual cierre del Estrecho de Ormuz llevaría a que al menos los buques portacontenedores eviten la zona y realicen trasbordos fuera de ella, lo que, según expertos, incrementaría aún más la congestión en los puertos asiáticos.