La Unión Europea (UE) e Indonesia alcanzaron este martes en Bali un acuerdo de libre comercio que elimina el 99% de los aranceles mutuos, tras casi una década de negociaciones. El tratado, considerado un hito en las relaciones bilaterales, marca el inicio de una “nueva era” en la cooperación económica entre Bruselas y el Sudeste Asiático.
Según reportó France 24, el pacto, denominado Acuerdo de Asociación Económica Integral (CEPA, por sus siglas en inglés), fue firmado por el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, y el ministro indonesio de Asuntos Económicos, Airlangga Hartarto, en una ceremonia celebrada en la isla de Bali. El corazón del convenio radica en la supresión de aranceles que cubren hasta el 98,5% del valor de los intercambios, medida que facilitará la entrada de productos indonesios al mercado europeo y otorgará mayor seguridad regulatoria a las inversiones comunitarias en la economía más grande del Sudeste Asiático.
El contexto global da aún más relevancia a la firma del tratado. La administración de Donald Trump ha endurecido las tensiones comerciales con la imposición de aranceles de hasta 19% a las exportaciones indonesias y un 15% a productos europeos. Frente a esta presión, Bruselas busca diversificar sus alianzas y reducir la dependencia de Washington, estrategia impulsada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien ha llamado a los Estados miembros a estrechar vínculos con “nuevos socios”.
Para Indonesia, el acuerdo supone una oportunidad de expansión: el país prevé un incremento del 60% en sus exportaciones durante la fase inicial. Entre sus principales productos figuran el níquel —clave para la industria europea de vehículos eléctricos—, así como café, textiles, muebles y calzado. Con esta apertura, Yakarta espera dinamizar su sector exportador y beneficiar a unos cinco millones de trabajadores.
Por su parte, la Unión Europea obtiene acceso preferencial a un mercado de 280 millones de habitantes y consolida un marco jurídico para inversiones que superan los 25.000 millones de euros, con fuerte presencia en áreas como la industria química, farmacéutica, inmobiliaria y de servicios.
Von der Leyen celebró el pacto como el inicio de una “nueva era” que fortalecerá la estabilidad en el suministro de materias primas esenciales y estrechará los lazos económicos entre ambas regiones.