Los ataques contra la navegación comercial en el Mar Negro se intensificaron este fin de semana tras el impacto de dos buques controlados por Turquía, como parte de una serie de represalias rusas contra la infraestructura portuaria ucraniana. La escalada se produce en respuesta a recientes ofensivas de Kiev sobre activos marítimos y energéticos vinculados a Rusia.
El viernes, el ro-ro Cenk T, gestionado por Cenk Shipping y construido en 1978, se incendió mientras estaba atracado en el puerto de Chornomorsk, tras un ataque masivo con drones y misiles rusos dirigido a los puertos de la región de Odesa. La ofensiva provocó cortes de electricidad en amplias zonas y obligó a evacuar a la tripulación del buque.
Además del Cenk T, se registraron incendios en otra embarcación, daños a una grúa portuaria y un trabajador privado resultó herido. Posteriormente, las fuerzas rusas volvieron a atacar el puerto de Odesa, provocando más destrozos y un nuevo incendio que fue controlado rápidamente.
La empresa Cenk Shipping confirmó que su buque fue atacado alrededor de las 16:00, asegurando que no hubo víctimas y que los daños fueron limitados. Sin embargo, el incidente evidencia la creciente vulnerabilidad de los buques comerciales en la zona.
El sábado, la violencia se extendió a aguas abiertas cuando el petrolero Viva, de propiedad turca y con bandera de Tuvalu, fue alcanzado por un dron ruso mientras navegaba hacia Egipto transportando aceite de girasol. El buque se encontraba a más de 20 millas de la costa ucraniana, dentro del corredor reconocido para exportación de granos, pero fuera de la cobertura de defensa aérea ucraniana. Los 11 tripulantes turcos resultaron ilesos y el barco pudo continuar su viaje.
Los ataques se produjeron pocas horas después de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, propusiera a Vladimir Putin un alto el fuego limitado que incluya la suspensión de ataques a puertos e infraestructuras energéticas. La intención era evitar una escalada mayor que afecte la actividad marítima en la región.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, publicó imágenes del Cenk T en llamas y señaló que estos ataques demuestran que Rusia no solo ignora las oportunidades diplomáticas, sino que continúa la guerra con el objetivo de destruir la vida normal en Ucrania.
Expertos en seguridad marítima advirtieron sobre los riesgos para las embarcaciones que llaman a los puertos de Odesa, Chornomorsk y Pivdennyi, señalando que Moscú podría intensificar los ataques para cortar la salida de Ucrania al mar tras recientes ofensivas contra su llamada “flota fantasma”.
Organizaciones laborales internacionales también expresaron su preocupación. Mark Dickinson, de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte, declaró: “Los marinos no son armas de guerra. Son civiles que realizan su trabajo en condiciones extremadamente difíciles y peligrosas”.
La situación genera alarma en el sector marítimo internacional, ya que la combinación de ataques en puertos y en alta mar afecta directamente la seguridad del transporte de mercancías y la estabilidad económica de la región.
Fuente: Splash247