El Senado de México aprobó una reforma para elevar los aranceles a las importaciones provenientes de China y de otros países con los que el país no mantiene acuerdos comerciales. La decisión forma parte de una estrategia impulsada por el gobierno para fortalecer a la industria nacional frente al incremento de productos extranjeros que compiten con la manufactura mexicana.
La aprobación se dio el miércoles con 76 votos a favor, cinco en contra y 35 abstenciones. Con este resultado, el Senado avaló la actualización de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación. La medida ya había sido respaldada previamente por la Cámara de Diputados. El decreto entrará en vigor el 1 de enero de 2026.
La reforma abarca la modificación de 1.463 fracciones arancelarias. Los nuevos gravámenes irán desde el 5 hasta el 50 por ciento y se aplicarán a diversos productos, entre ellos textiles, acero, aluminio, electrodomésticos, automóviles, autopartes, calzado, plásticos y numerosos bienes de consumo. Aunque China es el principal país afectado, los aranceles también alcanzarán a naciones como India, Indonesia, Corea del Sur, Taiwán, Rusia, Tailandia, Turquía y Brasil.
Durante la discusión legislativa, algunos senadores afirmaron que la medida responde a la necesidad de proteger sectores productivos mexicanos que han perdido competitividad frente al crecimiento de importaciones asiáticas en los últimos años. Sostuvieron que los nuevos aranceles buscan impulsar la producción local, fortalecer cadenas de suministro internas y favorecer la generación de empleo dentro del país.
Por su parte, senadores de oposición expresaron preocupación por la rapidez del proceso y por la falta de análisis sobre los posibles efectos de la reforma. Advirtieron que el aumento de aranceles podría elevar los costos para los consumidores, afectar cadenas productivas que dependen de insumos extranjeros y provocar presiones inflacionarias. También señalaron que la decisión podría estar influida por el clima comercial internacional, especialmente por las tensiones entre Estados Unidos y China.
El gobierno mexicano aseguró que la medida no está dirigida únicamente a China, sino a todos los países sin tratado comercial con México. Explicó que el objetivo es equilibrar el mercado, fomentar el crecimiento de la industria nacional y evitar que la competencia internacional desplace la producción local en sectores estratégicos. Según autoridades mexicanas, antes de la aprobación se dialogó con representantes del sector privado para reducir posibles impactos en los precios.
Desde China, el Ministerio de Comercio expresó su postura tras conocerse la decisión del Senado mexicano. El gobierno chino manifestó su esperanza de que México rectifique lo que considera un enfoque unilateral y proteccionista y señaló que los nuevos aranceles podrían afectar significativamente la relación comercial entre ambos países. También anunció que continuará observando el desarrollo y los efectos de la medida una vez que entre en vigor.
La aprobación de esta reforma ocurre en un contexto en el que México se prepara para la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá en 2026. Analistas consideran que la decisión podría influir en futuras negociaciones comerciales y en la posición de México dentro del mercado norteamericano.
Fuente: DW (Deutsche Welle)